Según la revista Forbes, los siguientes hábitos son un detonante para despidos y falta de buenas recomendaciones.
1. Impuntualidad: no es solamente llegar tarde, también es perder tiempo e irrespetar los plazos que te dan para cumplir una tarea. La puntualidad es el reflejo del desinterés. No solo tú pierdes el tiempo, sino que haces que los demás lo pierdan también.
2. Procrastinar: o dejar las cosas para después y pensar “las haré mañana”. Te acostumbras a hacer las cosas a última hora en vez de llevar una agenda de tus actividades. El problema es que cuando dejas las cosas para después, empiezas a afectar toda la dinámica laboral y todos comienzan a trabajar a última hora. No pierdas el tiempo ni dejes las cosas para después. No dejes que lo urgente le gane a lo importante.
3. Ocio electrónico: se ha vuelto un muy mal hábito revisar los chats o estar metidos en las redes sociales durante horario laboral. Los buenos hábitos a desarrollar en este caso, sería quitarle las alertas a las notificaciones de los chats grupales y redes sociales que no sean profesionales y dejar las alertas relacionadas a tu trabajo.
4. Mentir: no solo te da una pésima imagen pública, sino te resta credibilidad. También está ligada a otros malos hábitos como procrastinar, pues mientes al decir que tu trabajo está listo, cuando a veces ni siquiera lo has empezado. Es mucho mejor decir la verdad y comprometerte con tus tareas, que mentir.
5. Negatividad: estamos acostumbrados a ser pesimistas, quejarnos y ver lo negativo de todo en el trabajo. Pocas veces tratamos de ver el lado positivo: agradecer que tienes un trabajo, aprovechar que eres productivo, saber que el trabajo que tienes te lleva a tener el estilo de vida que buscas. Si contagias energía positiva, produces un ambiente laboral positivo y esto incrementa la productividad. Debes ser cortés y amable con tus compañeros. No siembres la semilla negativa, ni te contagies de ella.
6. Individualismo: las redes que tejes en el trabajo son las que te ayudarán a subir y prosperar. No seas indiferente e introvertido. Eleva tus niveles de comunicación y notoriedad para elevar tus niveles de conocimiento y que te conozcan. Participa más con tus compañeros porque es una oportunidad de que te tomen en cuenta cuando haya una posibilidad de ascenso.
7. Mezclar la actividad profesional con la vida personal: ocurre cuando las personas llevan sus problemas personales al trabajo, cuando inician romances con los compañeros de trabajo y estos se complican, cuando son chismosos o abandonan la oficina por un sinfín de trámites que nunca logran resolver. Debes reforzar la actitud mental de dejar en casa lo que a ella le corresponde y enfocarte en tu rol profesional.
8. Falta de atención: no poner atención a los pequeños detalles como fechas de entrega, cambios o correcciones, respuestas a los mensajes o correos, agendas, anotaciones de archivo entre otros. Se relaciona con la ineficiencia y con la pérdida del tiempo. Si te comprometes a algo debes honrar tu palabra. Puedes poner muchas alarmas en tu Smartphone si tu problema es ser olvidadizo.
Ahora que ya tienes una idea de las actitudes que puedes mejorar, ponlas en práctica y haz que tu carrera profesional despegue.
Por Redacción Comercial | Prensa Libre
Fuente: Álvaro Gordoa, asesor de imagen del Colegio de Imagen Pública de México. Revista Forbes, oficina de desarrollo personal y de carrera, de la Universidad Wake Forest, Carolina del Norte, EE.UU.