Después de varias jornadas de lavado, algunas prendas empiezan a mostrar señas de desgaste. Algunas están hechas para aguantar, pero cuando otras han cambiado de color, tienen muchos agujeros o ya hasta habías olvidado que las tenías, es hora de sacarlas de tu armario. Te dejamos algunos tips para determinar el momento ideal para descartar algunas de tus prendas:
- Si tiene manchas o defectos irreparables.
- Si la guardas solo porque te trae recuerdos pero ya está fuera de moda y ni siquiera te queda.
- Si compraste un saco o un pantalón que requería de ajustes pero nunca lo arreglaste.
- Si ya no representa al hombre que eres hoy.
Todas estas características son fáciles de identificar. Trázate como meta, sacar una prenda vieja por cada prenda nueva que metas a tu closet. De lo contrario solo estarás provocando la acumulación de ropa vieja que te estorbará en el día a día.
La mayoría de veces son las piezas favoritas las que sufren el mayor desgaste, identifícalas y aprende a actualizarlas.
T – shirts: el sol, la humedad y la lluvia, entre otros factores por el uso, hacen que la tela sobre los hombros y cuello se destiñan y el desgaste sea mucho más evidente. Al notar estos signos, saca tu playera y regálala. Muchas personas creativas sabrán cómo darle nueva vida a tu playera. Elije t – shirts nuevas y mucho más divertidas para tus días casuales.
Pantalones: no hay nada peor que un pantalón corto, apretado o con tiro corto. Si le has subido el ruedo, puede que al bajárselo, el uso se haga evidente en la línea desteñida que queda al deshacer el doblez. Si la orilla de sus bolsas está desgastada, al punto de verse algunos hilos sueltos. Es hora de decirle adiós. Compra un pantalón formal a la medida, al cual no necesites hacerle ajustes. Esto es lo preferible en pantalones formales, casuales y jeans.
Blazers: aunque son prendas duraderas por su diseño, su uso excesivo siempre deja huella. Alguna tela se pone brillante y otra se empieza a agrietar por el lavado. Y si por el contrario, no lo lavas a menudo para no desgastarlo, estas cometiendo un error igual de grave. El sudor y los residuos en el ambiente mostrarán su paso eventualmente y los daños serán irreparables.
Zapatos: el truco para que te duren más es comprarlos del material más resistente y maleable al uso: el cuero. Aunque es una inversión grande al principio, su duración compensa el precio. Además adquieren un carácter clásico con el uso, casi personalizado por el molde de tu cuerpo. Si por el contrario tienes zapatos de materiales sintéticos, aprende a desprenderte de ellos cuando veas que se han despegado o descocido.
Saco: la tela sobre los hombros sufre el mismo desgaste que sufren las t–shirts. Solo que en el caso de un saco se ve aún peor. También es momento de reemplazarlo cuando la tela de su interior se ha roto. No querrás estar en un evento formal y que de pronto te cuelguen pedazos sospechosos de tela desde el interior de tu ropa. Si ya está muy desgastado, es hora de comprar uno a la medida. Infórmate sobre los cortes de moda y trata que combine con varios colores de pantalones.
Por Redacción Comercial | Prensa Libre